NARRACIÓN

DIAGRAMA DE VENN

En grupos de cuatro teníamos que comparar dos textos narrativos con otro, también narrativo utilizando un diagrama de Venn y sin la ayuda de la información del libro.
Con esta actividad he aprendido que dos textos narrativos, aunque sean del mismo tipo, pueden ser muy diferentes, ya que como se muestra en la actividad anterior, unos pueden tratar hechos reales, otros ficticios; hay diferentes tipos de narrador (interno testigo, interno protagonista, externo testigo, externo omnisciente); puede ser objetivo o subjetivo; la duración; la persona gramatical en que están escritos... o incluso el lugar donde podemos encontrarlos, una novela, un periódico, un cómic... Tenían, también cosas en común, pero lo que más me ha impactado ha sido la gran cantidad de diferencias que pueden tener dos textos del mismo tipo.
Además, con ayuda de mi grupo, he aprendido a investigar por mi cuenta, sin ayuda del libro, y he practicado plasmar mis ideas en el diagrama de Venn, método que ya había realizado anteriormente, pero cuya utilización en este trabajo me ha servido para seguir practicándolo y usarlo cada vez mejor.

He aprendido a extraer las diferencias y semejanzas de los textos sin ayuda del libro, leyéndome varias veces cada uno. Cada vez que apreciaba una diferencia, la anotaba. Después contrastando las ideas con mi grupo pude apreciar más diferencias. A continuación nos fijamos en qué coincidían. Para esta tarea nos ha servido de mucho el recuerdo de otros años. Aunque no nos supiéramos de memoria las características de los textos narrativos, conforme íbamos leyendo estos tres textos nos iban viniendo ideas y recuerdos a la cabeza.

El saber cómo puede ser un texto narrativo me servirá para cuando deba realizar uno yo misma. De hecho, constantemente los utilizamos: cuando contamos anécdotas, por ejemplo. De esta manera, inconscientemente, sabré en qué persona hablar, dependiendo de mi finalidad lo relataré de manera objetiva o subjetiva... Además el haber vuelto a practicar el diagrama de Venn para comparar también me servirá. Continuamente, en nuestra vida diaria estamos comparando diferentes aspectos. Para estas comparaciones diarias sin importancia, seguramente no me hará falta utilizar el método. Pero, para decisiones más importantes me será muy útil. Por ejemplo, cuando sea más mayor y vaya a comprarme una casa, si dudo entre comprarme una u otra, puedo utilizar el diagrama de Venn para compararlas, poniendo lo que comparten el el centro y lo que no, en los laterales. Así fijándome en sus diferencias, acabaré reflexionando sobre cuáles son más convenientes que tenga mi casa, decidiéndome por una de las dos, finalmente.



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